El Sevilla remontó un tanto inicial de Sergio Ramos y dio a ver la falta de juego del equipo blanco, algo preocupante a dos semanas del clásico.
El Madrid comenzaba el partido sabiendo que no podía pinchar ya que si no lo hacía el Barcelona se pondría líder en solitario ya que venció horas antes al Villarreal por 3-0.
En el minuto once Nacho iba a tener la primera gran ocasión del encuentro. Un disparo desde la frontal del área de volea golpeó en el palo izquierdo de la portería defendida por Rico. El canterano blanco podría haber marcado dos goles claves en una misma semana.
El primer tanto del encuentro iba a llegar en el 22, tras un saque de esquina de remató Sergio Ramos desde muy lejos con una espectacular chilena que se depositó en el fondo de las mayas. Es jugador vikingo se hizo daño en el hombro tras una mala caída y tuvo que ser sustituido por Varane.
El Madrid seguía llegando con internadas de Bale, uno de los únicos del conjunto de Benítez que pasó el corte. El galés jugó de nueve por la ausencia de Karim y no lo hizo nada mal.
Immobile, la novedad del once de Unai Emery, iba a empatar el encuentro tras un córner pasado al segundo palo que sobrepasa a Casilla y a Nacho, el jugador en propiedad del Dormunt solo tuvo que empujarla para desatar la locura en el Sánchez Pijuán. Tal fue la emoción de marcar, que el jugador se quitó la camiseta recibiendo así la cartulina amarilla.
Otra para Immobile unos minutos después para adelantar a su equipo, solo tenía que empujarla porque Casilla ya estaba vencido tras un buen centro, pero el delantero remató algo forzado y se le marchó desviado el cuero.
El encuentro iba a llegar al descanso con el empate en el marcador, en la segunda mitad el Real Madrid iba a decepcionar tanto en el resulado como en el juego del equipo.
La primera acción destacable llegó en las botas de Toni Kroos, el alemán chutó desde fuera del área un potente disparo pero se le marchó desviado. El ex del Bayern intentó esta opción en numerosas ocasiones pero sin éxito. Iba a tener otra llegada el equipo de Rafa, cuando Cristiano recibió con espacio desde 30 metros. El portugués no dudo en chutar y el balón se marchó por muy poco.
Por primera vez en el partido el Sevilla se iba a colocar por delante en el marcador. Una pared de Konoplyanka con Immobile para luego dejarle el pase de la muerte para Banega que solo tuvo que empujarla.
El Madrid no tenía juego y las únicas veces que llegaba era por mediación de tiros lejanos, sobre todo por parte de Kroos, Bale o Cristiano, tres jugadores que van muy bien en esta especialidad. El Sevilla poco a poco iba a controlar más el encuentro, se escucharon algunos "olés" en la grada durante gran parte del segundo tiempo.
A falta de quince para el final iba a sentenciar prácticamente el Sevilla con un gol del recién salido Llorente. Un centro desde la derecha por Mariano iba a rematarlo muy solo el delantero español en una de sus jugadas preferidas. Casilla solo pudo contemplar como el potente cabezazo acababa en el fondo de su portería.
Tras el tercero de los locales, el equipo blanco se rompió completamente. Perecía que los jugadores estaban cansados, no presionaban, llegaban siempre tardes a las jugadas y el Sevilla los dominaba como quería.
A pesar del mal juego del Madrid, este pudo recortar distancias en la última jugada del partido tras una jugada individual de James con un disparo desde fuera del área que acabó dentro de la portería de Sergio Rico.
Tras este partido el Sevilla se coloca décimo con quince unidades mientras que el Madrid es segundo con 24 puntos.
En el siguiente encuentro el Sevilla se verá las caras con la Real Sociedad en Anoeta y el Real Madrid recibirá al Barcelona en el partido que parará el mundo durante noventa minutos.
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