Por Arturo Encinar (@ArturoEncinar)
UD Las Palmas y Villarreal CF nos dejaron un partido somnífero disputado en un más que estropeado por las fuertes lluvias, Estadio de Gran Canaria. Un encuentro bronco y gris en el que solo hubo dos tiros a puerta, confirman la mala racha de ambos equipos, los canarios no salen del descenso y los groguets se siguen desenganchando de la lucha por el liderato.
El partido venía marcado por el cambio de entrenador en la UD Las Palmas, los malos resultados cosechados por Paco Herrera, obligaron a la directiva insular a contratar a Quique Setién en su lugar. Como curiosidad, el segundo de Setiién, Eder Sarabia, había entrenado en la cantera del Villarreal ganando la División de Honor con el Juvenil A del Submarino hace dos temporadas.
Por parte del Villarreal, era un partido algo diferente, ya que los castellonenses jugaron con su tercera equipación roja, lo cual no sucede con mucha asiduidad.
El encuentro tuvo un tinte soporífero ya desde los primeros compases, ayudado por el deplorable estado del terreno de juego. Aún así ambos equipos gozaron de algún oasis en medio del desierto de el centrocuentismo. El Villarreal gozó de una muy clara en un corner rematado por Bruno ligeramente elevado; por su parte los canarios, gozaron de una doble ocasión tras un centro de El Zhar, salvadas por Areola y Bonera.
El defensa italiano fue el mejor hombre del partido siendo el encargado de cortar todas las insinuaciones de peligro de Las Palmas, disipando las dudas generadas tras su terrible debut en el que hizo perder el partido de los castellonenses ante el Rapid de Viena.
Por lo demás fue una primera parte en la que no hubo nada más que añadir; ni tan si quiera una tarjeta amarilla.
Ya en el segundo periodo, el guión no fue muy diferente, con el fin de remediarlo, Marcelino no tardó en dar entrada a Soldado y Samu García en lugar de Bakambu y Nahuel; aunque no obtuvo un resultado muy favorable.
Por su parte el debutante Setién introdujo a jugadores como Hernán Santana, que sí que revolucionaron (dentro de lo que cabe) el partido.
Durante los minutos finales, Las Palmas se encaramó hacia la portería de Areola buscando el gol aunque sin demasiada claridad, gracias al buen hacer de la defensa castellonense; en especial del mencionado Bonera, quien acabó saliendo lesionado dando lugar a Rukavina.
Este punto no contenta a ninguno de los dos, ya que los canarios no salen del descenso, por su parte el Villarreal le empieza a perder la pista al liderato aunque se mantiene en puestos Champions.
La próxima jornada será dura para ambos conjuntos, ya que el Villarreal recibirá en El Madrigal a su bestia negra, el Sevilla. Y Las Palmas tendrá que visitar el Santiago Bernabéu para enfrentarse al Real Madrid.
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